Invocando al Dios de la Arena...Priv Spartacus

Sangre, honor y gloria, esa es la vida de un gladiador, en eso se convirtió mi vida por culpa de los romanos que hambrientos de vanidad y riqueza encontraron su peor enemigo en mí. Crearon un monstruo que no pudieron controlar, un monstruo con sangre y corazón, el de todos los tipos de enemigos que pudieron llegar a imaginar. Muchos enfrentaron a Roma por orgullo, fama, riquezas o para defender sus propias tierras, yo lo hice por mi vida, y por sobre todo por todos aquellos oprimidos y privados de su libertad que no tuvieron la fuerza necesaria ni los recursos para defenderse.

-¡Les entrego a Pericles! ¡Murmillo!- La ovación del público fue grande en ese momento, pero incluso un buen gladiador como ese palideció ante mí, Spartacus, el nombre que el que me bautizaron mis enemigos, nombre que marco la historia sin jamás ser olvidado. El público enloqueció cuando entre a la Arena de Capua, y su locura toco los cielos cuando el Dios de la misma dio final a su contrincante.

No tengo modo de saber que ocurría 2000 años en el futuro, o tal vez no, tal vez esta esa voz que habla desde la lejanía en la misma época que yo. Se repite el proceso de modo infinito y eterno en el Grial que guarda mi alma, o al menos algo de ella manteniéndome aquí a la espera de un nuevo conflicto.
Creí que esa vos que escucho era la de un maricon y vanidoso romano alabando mis hazañas en público, pero no, esa voz femenina habla y dice cosas que sucederán o que ya sucedieron con gran dolor y sangre para estos miserables esclavistas. La sangre derramada en batalla se volvió fuego y la arena bajo mis pies voló sobre el viento quemando la Arena y los romanos por doquier comenzaron a morir gimiendo como putas, Entonces levante mis brazos y las eleve al cielo cruzando mis gladius en dirección a la extraña luz que aparece ya que desde esa luz proviene esa voz femenina que llama por mi.

-I! AM! SPARTACUS!!!-Quisieron un Dios de la Arena, y lo tuvieron...

Abro mis ojos y veo bosque por doquier, algo quemado pero no al punto del desastre, como si las llamas de Roma y su muerte hubiesen llegado junto a mí de regreso a la vida mortal. Observo a la mujer frente a mí y luego de una mirada rápida a los alrededores noto que es la única persona aquí presente. Bajo mis armas a una posición neutra colocando mis brazos a mis lados mientras la miro fijo. Es una joven hermosa, es algo alta lo cual la hace más hermosa. Sus ojos son de una tonalidad rubí que combina con el color de su cabello el cual es largo, su ojo izquierdo lleva un parche para ocultarlo, posiblemente lo haya perdido y le da una apariencia más agresiva de lo común.. Su cuerpo es voluptuoso y está perfectamente definido, debe de ser una mujer que hace ejercicio por lo que está en perfecta forma, parece tener mucha fuerza y elasticidad. Sus senos son agraciados firmes y redondos algo que me gusta y sus expresiones son algo agresivas confiadas hasta un tanto sádicas puedo asegurar. Luego de ese momento de análisis a la persona ajena opto por hablar.

-No sé quién eres mujer, pero es casi seguro que al ser la única aquí eres quien me ha llamado. Tu voz fue escuchada incluso en la Arena. Habla, serás escuchada con interés, al menos si las palabras recitadas minutos atrás conllevan conocimiento, sabiduría y honor-No está en mis planes prestar oídos interesados a palabras necias y desinteresadas, mi propósito no va acompañado de acciones egoístas ni mis espadas se mueven sin sabiduría.

El ritual de invocación fue todo un éxito, los dioses vuelven a ponerme el camino que ellos consideran necesario...Grandes y desafortunadas cosas...Lo recuerdo bien, asi mi vida fue marcada y ahora tras develar la muerte aun presionan mi voluntad llamándome para el conflicto al que solo los héroes puedes aspirar.

Esa mujer frente a mi carece de vida, incluso viendola respirar tiene los ojos de un esclavo, pareciese que no vive, solo esta respirando esperando un final que la libre de su sufrimiento. No conozco de nada a la mujer que se presenta ante mi como Natalia Zokolov, nombre extraño pero nombre al fin. La mujer se disculpa y habla del Grial y de venganza, algo bien conocido por mi, mi historia y como me encuentro con ella armado , cubierto de sangre y sucio dejan saber que he estado haciendo minutos atrás.

-Yo he llevado venganza y esperanza en nombre de todos aquellos que fueron privados de su libertad. Desconozco el porque es necesario el Grial para la venganza, pero mi espada debería bastar para consumarla-Hablo con la verdad, un objeto mágico como el Grial es innecesario si deseas hacer sufrir a alguien en particular. Luego vinieron duras revelaciones, nada que no haya visto antes,, mutilaciones, maltratos y humillaciones, como si aun estuviésemos en las Eras del esclavismo romano o similares. Llevo mi mano a rostro para acariciar ese rostro frio y mancillado ensuciandolo con sangre y arena, porta calor corporal pero el espíritu parece haber huido de su contenedor de carne y hueso. Bajo por su cuello, sus senos hermosos y llego a su vientre donde otra herida pronunciada y mortal recuerda la crueldad del ser humano. Mis sucias pero poderosas y amables manos dejan las armas para acariciar el cuerpo mancillado de la Magus llevándole algo del aprecio que yo siempre he ofrecido a los desamparados. A pesar de la sensualidad de dicha mujer mis actos son los de alguien que busca real bien para ella y no su placer ni su sexo, solo la paz que todo hombre y mujer debería tener tanto en vida como en la muerte.

-Incluso mas de 2000 años despues de mi y de tantos otros héroes el humano sigue tratándose como animales...Puede que hayan olvidado demasiado pronto que existí alguna vez.-Sube su mirada al rostro de la Magus para hablarle cara a cara-Yo peleare en tu nombre, los enemigos se ahogaran en su propia sangre cuando su cuello sea cortado y separado por mi espada,, entonces habrá muerte y venganza...Pero el milagro de la vida volverá a ti de nuevo gracias al Grial, eso es lo que puedo darte Natalia Kozolot.-Espero mis ideas lleguen de forma clara a la mente y corazón de Natalia, no quiero ofrecer solo la muerte, eso no le sirve de mucho, prefiero brindarle la vida, eso es lo que hace un verdadero héroe.

Con mi mejor voluntad ofrezco a esta mujer a quien acepto como mi Master mi ayuda, espero tenga la sabiduría de entender a un humano como yo ya que somos de épocas diferentes, países diferentes y status social diferentes. Expulsar todo odio y maldad dice la mujer, un sueño sin dudas, algo en lo que yo no creo ni siquiera de un objeto como el Grial al cual no veo como un objeto omnipotente, sino como un objeto poderoso y realmente útil.

-No creo en que simplemente un objeto puede cambiar el mundo, mas si es útil y como tal puedes utilizarlo a tu gusto.–Habla desde la desesperación e impotencia la mujer, buscando salvación o milagros de mano de un dios o de u objeto mágico como el Grial.-Desde siempre los humanos han buscado soluciones mágicas a sus problemas, rezando a sus dioses y a su suerte, mas sin embargo he sido testigo en infinidad de ocasiones y créeme, ningún dios ni objeto mágico vendrá a tu ayuda, mas este Grial no lo veo como un ser omnipotente, no creo en dioses ni magia que ayuden a los humanos, espero mis palabras habrán tus ojos mujer.–Agrego algo mas a la conversación ya que no quiero que ella crea en algo que no puede ser, esa decepción la he visto muchas veces al confiar en los dioses y no obtener nada, lo mismo del destino…Mucha gente odia su destino, eso me incluye obviamente a mí, el campeón de Capua.

-Nunca he pensado en algo tan complicado como la humanidad, prefiero pensar en la batalla, los hermanos, la sangre derramada…Aunque alguna vez pensé en dejar el campo de combate para orar a los dioses, sembrar la tierra y hacer hijos…–Alguna vez este corazón mancillado lo anhelo, mas solo es una sombra de un lejano e inocente pasado. Conmueve mi corazón verla llorar, busca mi mano y en su calor el aprecio que toda alma necesita, aunque son solo pequeños gestos que pueden ser dados por cualquier persona no lo ofrecen así como así y menos con sinceridad en dicho gesto. Ella agradece mi toque y mi buena voluntad de ayudar, aunque no se que espera que cuente de mi esta mujer frente mío.

-Spartacus no es mi nombre real, es aquel con el que me bautizaron los romanos cuando me esclavizaron ¿De qué mente perversa surge la idea de encadenar humanos como animales? Nunca he obtenido respuesta a esa pregunta, ni en vida ni en la muerte, pero mi lucha no solo concierne asuntos romanos, todo esclavo que alzase mi nombre y lo susurre en sus labios con deseo será liberado por mí, Spartacus, soy más que un gladiador, soy un hombre, y todo hombre y mujer merece vivir y morir con el sabor de la libertad en sus labios.–Espero comparta algo de esa creencia mi Master, sino entraremos en conflicto muy de prisa.

Mientras se viste la observo, es muy hermosa, y es una lástima que tal belleza haya sido marchitada en este mundo.

Yo como Berseker de esta guerra me encuentro frente a la mujer siendo  alguien más cálido de lo que se puede imaginar, sentir el sufrimiento e humillación en carne propia genero en mi una empatía necesaria para sobrevivir. En muchas ocasiones maldije mi suerte y el destino de los oprimidos mas nunca me doy por vencido, mi voluntad se niega a caer bajo el yugo de los tiranos que usan a humanos como animales.

Me preocupa el bosque, nunca soy partidario de destruir la tierra donde vivo, si lo hiciéramos así en muy poco tiempo no habrá lugar donde vivir. Se alza el viento y mas preocupación trae al animarse las flamas, suerte para nosotros que relámpagos de tormenta junta negras nubes anuncian una pronta tormenta. Mi Master luce muy bien, no soy un animal que piensa solo en sexo, pero soy un humano, soy un hombre así como también héroe, rebelde, libertador y Servant. Ese viento me refresca y me llena de ganas de vivir, alegrándome de que ella no crea en soluciones mágicas, aunque algo de fe no le vendría mal, no importa en qué pero alguna fe le haría mejor. Mis palabras temieron darse a la luz, dejaron paso a sensaciones más agradables como lo son el toque suave de la mujer sobre mi rostro y su sonrisa, aprecio bien recibido y necesario para alegrar y enardecer el espíritu dolido de ambos. Cuando has sufrido lo que nosotros el corazón jamás sana, y aunque se esconda temeroso anhela alguien que lo abrace y lo proteja, eso lo sea demasiado bien.

-Confió en ti Natalia, no dejes que el odio te lleve a arrepentirte-No le puedo abrir los ojos tan aprisa, eso tomara tiempo necesario para ejercer efecto. Pero comienzo con caricias en su cintura, no creo a ella le moleste en lo absoluto. Ella me acaricia el pecho y de no ser Master y Servant, si fuéramos un hombre y una mujer común ya la estaría besando, pero mi caso, nuestro caso es diferente por lo que mis oídos atentos escuchan a la mujer frente a mi quien desea saber mi verdadero nombre.

-Mi nombre será revelado con el tiempo Master, solo será pronunciado por labios merecedores, y espero que ese nombre sea solo algo para usted, lo diga en silencio y nunca comparta ese tesoro con nadie mas- Digo firme, ella lo conocerá a su tiempo, y espero sea solo un tesoro para ella. Entonces la lluvia comenzó a caer apagando llamas y refrescando el cuerpo de ambos, las ropas de mi Master se pegan a su cuerpo de modo muy sensual, la abrazo para protegerla del frio y si puedo también de la lluvia.

-Es mejor tomar la marcha Master, de otro modo la lluvia emparara por completo su persona-Eso es cierto, y también es cierto que temo que mi hombría le guste demasiado a mi compañera y luego ninguno de los dos se pueda contener. Lo deseo, la deseo, pero no quiero ser descarado con ella, la debo proteger a toda costa.

Si yo fuese una  alma heroica que vuelto a la vida fuese más  humano común y corriente que héroe no dudaría en aprovechar la oportunidad presentada para mi ahora. La lluvia de noche provee la perfecta oportunidad para tomar el cuerpo y corazón de mi Master y hacerla mía por completo. Dudo, no sé qué hacer, ella está muy sensible y no soy yo tirano ni santo, soy hombre y héroe, y eso me hace tan humano como ella. El calor y la textura de la piel de mi Master, su aroma, su calidez...Me mandaran de vuelta al trono por lo que voy a hacer. Encontramos la paz y felicidad mutua, se entrega a mí en cuerpo y alma lo que termina por quebrarme. La miro en silencio, le escucho hablar para luego hablar yo también apretándola fuerte contra mi ser.

-Pero...No tentar al destino nos da la posibilidad de mas vivir, mas a mí el destino me juega a favor y yo aprovecho la oportunidad- Respondo de forma clara mientras Natalia se gira y la abrazo por detrás apoyando mi cuerpo sobre el de ella a adrede para enloquecer su ser de igual modo que yo me pierdo por ella. El agua es apenas roció débil sobre un incendio, solo su cuerpo puede contenerme ahora.

-Mis brazos pueden protegerla de todo, mas no de mi Master...Lo siento- Hablo al moverse mis manos con caricias de necesidad, sugerentes gestos de un hombre que desean una mujer en cuerpo y alma al recorrer la belleza femenina por completo. El agua pega la ropa a los cuerpos, el mío caliente pura energía y vigor. Beso la nuca de Natalia y susurro su nombre con un cariño que de seguro jamás escucho antes de mi regreso a la vida. Cada centímetro de mi ser presiona el suyo, hago vibrar su ser con mi calor y energía, mi deseo por ella es mayor que por el propio Grial, objeto que no tiene vida ni posee amor, eso yo necesito, y matare por ello, por mi deseo...Por mi Master.